domingo, 18 de enero de 2015

La humanidad está a 126 casos de erradicar su segunda enfermedad

El combate mundial contra las enfermedades es silencioso, frustrante casi siempre, lleno de fracasos, pero ineludible. Pese a los incuestionables avances científicos y médicos, solo una enfermedad ha sido borrada del mapa definitivamente, la viruela, lo que da idea de la dificultad de la empresa.
Pero a veces hay motivos de celebración, aunque no sean aptos para hipocondríacos. El pasado lunes, el Museo de Historia Natural de Nueva York disfrutó de uno de esos raros momentos. Con motivo de la inauguración de una humilde pero importante exposición, Cuenta atrás: derrotando a la enfermedad (Countdown to zero: defeating disease), el Centro Carter, que preside el ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, anunció que ya solo quedan 126 casos en el mundo de la enfermedad del gusano de Guinea, o dracunculiasis, un mal milenario provocado por un parásito que se ingiere en el agua de determinados países africanos.
La larva se desarrolla durante un año en el organismo humano. Convertida en lombriz, se desplaza hasta las extremidades inferiores, donde rompe la piel para depositar sus crías. La extracción del parásito puede durar horas o días. Es muy dolorosa y provoca fiebre y vómitos. La prevención de la dracunculiasis es muy simple: se trata de que la gente tome agua no contaminada. Cuando el Centro Carter comenzó a liderar la primera campaña mundial para erradicar al gusano de Guinea en 1986, 3,5 millones de personas eran infectadas cada año en África y Asia. El 99,9% de las batallas están ganadas, pero no la guerra.
“El número de casos de la enfermedad del gusano de Guinea continuó Creemos que puede ser erradicada en los próximos años, pero lograrlo va a requerir un gran esfuerzo”, declaró Carter en Nueva York. El Centro que lleva su nombre estima que, con su labor, 80 millones de personas pobres y desasistidas han podido evitar el contagio. De erradicarse la dracunculiasis, sería la segunda enfermedad humana que desaparece por completo del planeta, después de la viruela. Sería la primera provocada por un parásito y el primer triunfo logrado sin vacunas o medicinas.
 Estamos cerca de la línea de llegada.
Erradicar, eliminar y controlar son cosas bien distintas, como bien se encarga de explicar la exposición del Museo de Historia Natural. Erradicar es librar al mundo entero de un mal; eliminar supone acabar con la enfermedad en determinados países; controlar es evitar que los contagios aumenten. Las fotos de la muestra ilustran las dificultades del trabajo sobre el terreno, la falta de medios, la necesidad de educación e información, aspectos en ocasiones más importantes que las vacunas.

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