
Y, sin embargo, no es así. La línea numérica mental no puede ser un rasgo humano exclusivo, porque lo compartimos nada menos que con los pollos de tres días. También ellos poseen una representación interna de los números, y también crece de izquierda a derecha. Ese eje de abscisas, por tanto, parece ser una cualidad innata y universal del cerebro animal. Modulable por la cultura en el caso humano, sí, pero incorporado de serie en la arquitectura innata del cerebro que la evolución construyó hace cientos de millones de años. Así lo demuestran Rosa Rugani y sus colegas de la Universidad de Padua en la revista Science.
El diseño experimental merece una breve descripción. En primer lugar, los psicólogos enseñan a los pollos que hay alpiste detrás de una especie de naipe con cinco puntos. Una vez que saben eso, si les muestran naipes con dos puntos, los pollos se van a buscar la comida a la derecha de los naipes. Y si le muestran naipes con ocho puntos, se van a buscarla a la izquierda. Es una forma simple y directa de demostrar que los pollos tienen un sentido numérico que crece de izquierda a derecha, como el humano. Los psicólogos experimentales son particularmente brillantes enredando a los voluntarios que participan en sus experimentos, incluso cuando son humanos. En este caso los engañan como a pollos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario