viernes, 24 de abril de 2015

Así es un cerebro jugando al ajedrez

Keiji Tanaka lleva años explorando el cerebro de jugadores de ajedrez. En su interior, dice, está el secreto de cómo los humanos trazamos estrategias en nuestra vida, quizás una de las capacidades que más nos diferencian de otros animales. En la guerra, los negocios, el juego o incluso el amor, elegir una estrategia adecuada es clave para el éxito. Una gran cantidad de estudios se han centrado en la toma de decisiones en muchos campos, pero apenas ninguno ha intentado desvelar cómo esas decisiones están predeterminadas por una estrategia fijada de antemano.
Tanaka tiene 64 años, 42 de ellos dedicados a la neurociencia, y algunos ratos de ocio empleados en jugar al shogi, una variante japonesa del ajedrez. Al contrario que en el ajedrez convencional, en el shogi es mucho más fácil identificar si un jugador está siguiendo una estrategia ofensiva o defensiva. “Mi objetivo es averiguar cómo la gente determina su estrategia, especialmente en una situación complicada y que necesita una solución rápida”, explica Tanaka. “En este caso no se trata de una acción determinada, sino un grupo de acciones, como cuando un jugador de tenis decide subir a la red o cuando un general determina si hay que atacar al enemigo incluso cuando esto multiplica el riesgo para sus tropas”, detalla.
En un ingenioso y elegante estudio publicado hoy en Nature Neuroscience, Tanaka ha metido a 17 jugadores expertos de shogi en una máquina de imagen médica mientras proyectaba en su retina diferentes jugadas. Los participantes, no profesionales con una experiencia de unos 10 años en este juego, tenían seis segundos para verla y decidir si lo mejor era atacar o defenderse. Como experimento de control, se les presentaba una jugada en la que debían seguir una estrategia predeterminada (ataque o defensa) y simplemente elegir entre varios movimientos posibles.
El experimento ha permitido identificar, por primera vez, dónde está el centro estratégico del cerebro. El trabajo muestra que hay un patrón de actividad cerebral característico cuando se elige una estrategia y que este es totalmente diferente al que aparece cuando se hacen movimientos concretos. El estudio se basa en una técnica de neuroimagen conocida como resonancia magnética funcional y que muestra qué partes del encéfalo se activan en cada momento. Según los resultados, las estrategias se fraguan en el giro cingulado. Si pone un dedo en la parte superior de la frente y lo desliza hacia la coronilla estará siguiendo su giro cingulado, una zona alargada que se sitúa justo en la mitad entre los dos hemisferios y a unos tres centímetros bajo su cráneo. La parte anterior del giro cingulado, la más cercana a la frente, controla la estrategia defensiva. La posterior, en el otro extremo, es el epicentro de la estrategia ofensiva. trabajo.http://elpais.com/elpais/2015/04/21/ciencia/1429613571_574034.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario