Controlar el organismo desde dentro, llegar al origen de la enfermedad sin que queden huellas en el resto del cuerpo, es uno de los anhelos que persigue la Medicina del siglo XXI. Las nanopartículas ofrecen a los investigadores una oportunidad para transportar los fármacos hasta el lugar indicado, allí donde han de actuar. En este sentido, un equipo de investigadores de EE UU ha diseñado el «vehículo ideal» para tratar la arteriosclerosis directamente en los vasos afectados

Alrededor de un 70 por ciento de las nanopartículas se consiguió implantar en las placas ateroscleróticas, una vez «instaladas» lentamente liberaron el fármaco. En los murinos empleados, se reparó el daño en las arterias, lo que dio como resultado una placa que, en los seres humanos, tendría menos posibilidades de desarrollar un ataque al corazón.
La aterosclerosis se debe a una inflamación resultante a una respuesta normal de reparación del cuerpo frente a una agresión, como es el depósito de placas. En esta esencia, las partículas que contienen grasa (llamados lipoproteínas de baja densidad, o LDL) que se pegan a las arterias actúan como astillas en la «piel» del vaso sanguíneo. Pero mientras que la dermis se repara una vez se eliminan las astillas, los depósitos de LDL pueden permancer allí de forma indefinida y sin que el organismo promueva una curación.
Desde las zonas más inflamadas y dañadas actúa la aterosclerosis, que provoca ataques cardíacos. Las placas acumuladas son propensas a la romperse, y cuando lo hacen, se forman coágulos sanguíneos que obstruyen el flujo de sangre al corazón. Este es el leimotiv que ha impulsado a muchos investigadores al desarrollo demedicamentos que ayuden a prevenir los ataques al corazón mediante el tratamiento de la inflamación.
Leer más: «Nano drones» para prevenir infartos cardiovasculares http://www.larazon.es/salud/nano-drones-para-prevenir-infartos-cardiovasculares-IM9349291#Ttt1La9DjgTlcqcv
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