La nave espacial Dawn se ha puesto en órbita del planeta enano Ceres, a 61.000 kilómetros de su superficie, según ha informado la NASA, recalcando que es la primera vez que una sonda espacial lo logra en un objeto celeste de este tipo. Ceres, con 950 kilómetros de diámetro, parece ser un embrión de planeta, un objeto que, debido a la fuerte influencia gravitatoria de Júpiter, no llegó a ser una Tierra, un Venus o un Marte. Los científicos
quieren observarlo durante algo más de un año para intentar descifrar su historia primitiva y su evolución. Ceres está ahora a unos 500 millones de kilómetros de la Tierra.
La Dawn fue capturada gravitacionalmente hoy por Ceres a las 13.39 hora peninsular, pero, al no estar en posición de comunicación directa con la Tierra, los responsables del control de la misión han tenido que esperar para recibir la confirmación de la operación.
“Desde su descubrimiento, en 1801, Ceres se ha considerado, primero planeta, luego asteroide y al final planeta enano. Ahora, tras un viaje de 4.900 millones de kilómetros en siete años y medio, Dawn lo considera su casa”, ha señalado Marc Rayman, ingeniero jefe y director de la misión en el Jet propulsión Laboratory (en California).
La nave todavía tardará seis semanas en comenzar su misión científica, el tiempo que empleará en colocarse en órbita de trabajo, a unos 13.500 kilómetros de distancia del planeta enano. Pero, a lo largo de la misión, se situará a diferentes alturas, hasta un mínimo de 378 kilómetros, para tomar diferentes datos. Está previsto que la nave siga haciendo observaciones hasta junio de 2016. Después, en una órbita estable, se quedará allí dando vueltas al menos durante 50 años, aplicando la regulación de Protección Planetaria de la NASA que prohibió que la nave impactase, al menos durante los 20 años, para evitar la contaminación del objeto celeste.
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