El reto de la ciencia médica es que vivamos más y mejor. Hasta un milenio, según el gerontólogo de la Universidad de Cambridge Aubrey de Grey. Google y Apple han asumido el desafío y se han asociado para poner en marcha Calico, que se centrará “en los retos alrededor de la vejez y de las enfermedades asociadas con la edad”, en palabras de Larry Page, cofundador de Google. Los proyectos abarcan desde las restricciones en la movilidad hasta la investigación del cáncer. ¿Puede Google resolver la muerte? La portada de la revista Time se hacía esta pregunta al informar de la iniciativa. No está en sus manos, pero sí puede lograr un objetivo alcanzable: mejorar la calidad de vida y prevenir algunas enfermedades.
Chequear el ADN. En esa línea Google ha participado en proyectos como 23andMe, dedicado al análisis de ADN para determinar la predisposición genética a algunas dolencias. Ya se puede rastrear el genoma para prevenir problemas futuros con una simple muestra de saliva. Con un análisis, una mujer puede saber, por ejemplo, si tiene más o menos probabilidades de desarrollar un cáncer de mama por presentar mutaciones de los genes BRCA 1 y BRCA 2.
Comer bien, vivir más. ¿Qué podemos hacer para evitar la predisposición a los problemas que ha definido el análisis del ADN? La
nutrigenómica tiene la respuesta.
“Su objetivo es proporcionar al individuo pautas alimentarias óptimas para su genoma, lo que tendría como resultado una mejor prevención de las enfermedades asociadas con la edad, como la diabetes o los problemas cardiovasculares, y, por lo tanto, un aumento de la esperanza de vida”, explica José María Ordovás, el padre científico de esta disciplina.
Anticoagulantes bajo control. Xprecia, desarrollado por Siemens, es el objeto de deseo del 2% de la población, obligada a tomar anticoagulantes orales como el famoso Sintrom. Ahora los pacientes tienen que ir periódicamente a su médico para ajustar la dosis. Con este dispositivo pueden hacerlo a distancia, puesto que con un pinchazo mide el índice INR. “Este sistema indica el grado de coagulación y permite al médico corregir la dosis para evitar la aparición de trombos”, explica Luis Cortina, de Siemens Healthcare España.
Robot enfermero. Pero el objetivo principal es la calidad de los años vividos, y para lograrlo a veces hacen falta ayudas. La Universidad de Örebro, Suecia, ha ideado un robot, GiraffPlus, que vigila la salud de los ancianos en su casa y los conecta con su familia y con los profesionales sanitarios. Estará disponible a finales de 2015 y cuenta con la colaboración del Servicio Andaluz de Salud. El robot dispone de sensores que detectan las actividades que hace el anciano, como ver la televisión o cocinar, y al mismo tiempo hacen de enfermeros controlando su presión sanguínea o el nivel de glucosa en sangre.
Sin temblores. La ciencia ha avanzado mucho en el conocimiento de las enfermedades, pero algunas, como el párkinson o el alzhéimer, están lejos de la curación. Lo que sí han conseguido la medicina y la tecnología es mejorar la calidad de vida de los pacientes. Un ejemplo es la cuchara Liftware, que elimina el 70% de las vibraciones que tienen los enfermos de párkinson en las manos.
Recuperar el movimiento. El exoesqueleto Kinesis, en cuyo desarrollo participa el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, consigue movilizar las articulaciones del paciente mediante estimulación eléctrica de los músculos. La robótica también permite ya recuperar facultades perdidas, como el tacto, gracias a una mano biónica.
Operaciones más seguras. La incorporación de los robots quirúrgicos ha revolucionado la cirugía. Da Vinci, el más conocido, marca un antes y un después, pero se anuncian otros. La empresa vasca Ceit-IK4, desarrolla uno que actúa como un GPS en las operaciones de fijación de las vértebras en la columna, evitando posibles daños irreversibles en la médula o en los nervios, que ocasionan dolores a los pacientes. Su portavoz, Emilio Sánchez, pronostica que “en un futuro no muy lejano será posible que un robot opere de forma automática”.