Según explica el departamento de defensa del Gobierno estaounidense, los expertos "han demostrado la suficiente potencia del láser y la calidad del haz" como para que este proyecto "salga del laboratorio". Para DARPA, el logro de la aceptación del Gobierno, dando el visto bueno a las pruebas de campo, marca el final de la fase de desarrollo del programa y el comienzo de un nuevo y desafiante juego de pruebas" que se desarrollará en White Sands Missile Range, en Nuevo México.
Estos láseres de alta potencia pretenden proporcionar una solución a las amenazas contra los aviones tripulados y no tripulados, que cada vez son más sofisticadas. Una respuesta "rápida y eficaz a este tipo de amenazas", ya que "aprovechan la velocidad y el poder de la luz para contrarrestar las múltiples amenazas".
El director del programa, Rich Bagnell, señala que "los obstáculos técnicos eran de enormes proporciones, pero es muy gratificante haber producido un nuevo tipo de láser de estado sólido con un poder sin precedentes y una gran calidad del haz para su tamaño".
A su juicio, ahora el láser HELLADS está listo para ser puesto a prueba "contra algunas de las amenazas más duras tácticas nuestros combatientes se enfrentan", como misiles y cohetes.
Se espera que las pruebas de campo comiencen este verano en un esfuerzo de financiación conjunta entre DARPA y el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea. Cuando finalice la fase de pruebas de campo, el objetivo es poner el sistema a disposición del Ejército estadounidense.
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